








La marca necesitaba una actualización de acuerdo a su nueva realidad: comenzar a competir con marcas regionales e internacionales. Por ello, Monopol solicitó un completo rediseño de su identidad y de su discurso. Durante el proyecto encontramos algunos huecos conceptuales; mismos que fueros solventados para lograr que la marca estuviera a la altura de sus competidores. Monopol adoptó un nuevo discurso y un concepto de marca; así como todo un sistema de identidad para sus empaques; con ello, el trabajo de comunicación se simplificó mucho en tanto ya contarían con más elementos gráficos para lograrlo.