









Kiki buscaba romper algunos paradigmas en el segmento; normalmente las empresas dedicadas a la manicura y pedicura son siempre igual; algunas veces su identidad es literal y otras hasta demasiado obvias. En este caso se requería construir una marca que proyectara algo más que el servicio en sí. Trabajamos en la propuesta conceptual de un lugar en donde las amigas pueden confluir sea para platicar o para pasarla bien; derivado de esto se construyó el estilo y el discurso de la marca. Mientras la competencia habla del servicio y de cómo las uñas resultan de una sesión; Kiki habla de la celebración entre amigas.